“El jet lag es solo el precio que pagamos por viajar en el tiempo.”

Han pasado doce festivales de cine en Cannes desde que fui invitada por primera vez a este prestigioso evento, en mis primeros días viviendo en el sur de Francia. Sin saberlo, esa experiencia me inició en la industria del entretenimiento mientras buscaba un propósito real para mi vida.

Recuerdo con claridad la emoción de ver pasar en sus limosinas a figuras como Jackie Chan y Bruce Willis, y ser parte de la euforia de los fotógrafos y el público. En ese momento, pronuncié una frase que marcaría mi destino: “La próxima vez que venga al Festival de Cannes, vendré a caminar sobre sus alfombras rojas”. La sensación de ver a mis ídolos cinematográficos en persona me hizo desear vivir todo el espectáculo desde el otro lado de la barrera.

Dos años después, logré cumplir esa promesa sin haberlo planeado concretamente. Lo que comenzó como una broma se convirtió en una realidad repetida a lo largo de los últimos doce años. Cómo sucedió todo eso es una historia para otro momento, pero puedo resumirlo como una serie de flechazos y eventos afortunados que me tienen hoy aquí.

Durante mi camino, he sido muy consciente de la humanidad de las personas. Mi recorrido ha sido solitario y cambiante, permitiéndome entender lo que significan la gloria, la amistad y el poder del amor verdaderos, así como la desolación y las batallas personales. He abrazado a hombres y mujeres, jóvenes y niños que lloraban por la calle. He ayudado a cargar maletas a hombres fuertes y ancianos desvalidos. He alzado la voz contra la violencia y he sido el silencio de quienes hablan mucho.

Estar “al otro lado de la barrera” ha representado un inmenso aprendizaje. Mi vínculo con el cine como diseñadora de moda me abrió puertas, pero fue mi trabajo en la producción lo que me permitió descubrir más sobre mí misma y sobre las personas que trabajan en la industria del cine y la televisión.

Como profesional de los negocios y las relaciones públicas con un espíritu investigador incansable, he observado todo con una mirada crítica, viendo más allá de lo evidente. Fue así como encontré mi herramienta, mi espada, a la que llamé ‘ShowBiz Therapy – Smart Health’ (La terapia del negocio del entretenimiento – Salud Inteligente), diseñada para ofrecer acciones y medidas de actualización personal. Esta iniciativa busca que las personas se apropien de su salud y bienestar de manera integral, considerando qué deben hacer y el alcance de sus acciones cotidianas.

Hoy martes de Doric Martë, quiero hablar sobre los viajes, tomando como inspiración el clásico del cine de los 80 “Volver al Futuro”. Atravesando varios ‘husos horarios’ y asistiendo a festivales y mercados internacionales, me concentro en el Festival de Cine de Cannes en mi amada Francia.

Sería fantástico que todos tuviéramos la determinación aventurera de Jacques-Yves Cousteau, quien viajaba constantemente para compartir sus descubrimientos oceánicos, o a recibir sus premios, desplazándose de un lugar a otro y afirmando que «El jet lag es mi droga favorita». Para Cousteau, el desafío del jet lag era una parte estimulante de su vida de explorador, algo que no todos tenemos el gozo de compartir.

Así como el jet lag es el precio de viajar en el tiempo, debemos reconocer y actuar sobre sus efectos en nuestra salud y en los negocios. Ahora, me referiré a ello de manera precisa, explorando cómo podemos mitigar estos efectos para mantenernos en óptimas condiciones tanto físicas como mentales durante nuestros viajes.

Jet Lag, Festivales, Mercados y Factores Alimenticios

Viajar de América a Europa a negociar

El jet lag, un desajuste temporal del reloj biológico debido a viajes a través de múltiples zonas horarias, tiene un impacto considerable en festivales y mercados de la industria del entretenimiento, como se pudo haber tenido en esta versión del Festival de Cine de Cannes. Este fenómeno afecta el rendimiento, la salud y la capacidad de interacción de los participantes. Además, la elección de alimentos y hábitos alimenticios de los individuos también puede influir significativamente en cómo experimentan y manejan el jet lag. A continuación, se exploran los seis factores más relevantes que influyen en la elección de alimentos y cómo se interrelacionan con el impacto del jet lag en estos eventos.

1. Salud

La salud es un factor determinante en la elección de alimentos, especialmente para aquellos que sufren de jet lag. Problemas como trastornos digestivos, que son comunes con el jet lag, requieren una dieta específica para minimizar el malestar. Por ejemplo, evitar alimentos pesados o irritantes y optar por comidas ligeras y nutritivas puede ayudar a mitigar síntomas como náuseas y estreñimiento, permitiendo a los participantes de festivales o mercados mantenerse en mejores condiciones.

2. Estilo de Vida

El estilo de vida de los profesionales de la industria del entretenimiento, caracterizado por horarios irregulares y altos niveles de estrés, influye directamente en sus elecciones alimenticias. Durante eventos como el Festival de Cannes, el estrés o ansiedad y la falta de tiempo para hacer todo lo que se quisiera, pueden llevar a una mayor dependencia de comidas rápidas o poco saludables. Sin embargo, una planificación consciente para incluir alimentos nutritivos y equilibrados puede mejorar significativamente la capacidad de manejo del jet lag y el rendimiento general.

3. Entorno

El entorno en el que se vive y se trabaja también juega un papel crucial. En festivales o mercados internacionales, los asistentes se encuentran en un entorno desconocido, lo que puede afectar sus opciones alimenticias. La disponibilidad de ciertos alimentos y las facilidades para preparar comidas suelen ser limitadas. Adaptarse a la oferta local y buscar opciones saludables en el nuevo entorno es esencial para mantener una buena alimentación y minimizar el impacto del jet lag.

4. Factores Fisiológicos y Psicológicos

Los factores fisiológicos y psicológicos son críticos cuando se trata de la alimentación durante el jet lag. El cuerpo envía señales de hambre y saciedad que pueden desajustarse debido al cambio de huso horario. Además, el estrés, la fatiga o la tristeza propios del jet lag, pueden llevar a elecciones alimenticias poco saludables como mecanismo de afrontamiento. Es fundamental ser consciente de estas señales y elegir alimentos que proporcionen energía sostenida y apoyo emocional, como frutas, verduras y proteínas magras.

5. Factores Culturales, Sociales y Económicos

Los factores culturales, sociales y económicos también influyen en la alimentación durante eventos como el Festival de Cannes. Las experiencias previas y las restricciones económicas pueden limitar las opciones alimenticias. Sin embargo, aprovechar la diversidad culinaria del lugar y buscar opciones económicas y saludables puede ser beneficioso. Además, las interacciones sociales durante los eventos pueden influir en las elecciones alimenticias, por lo que es útil establecer redes de apoyo que fomenten hábitos alimenticios saludables.

6. Conocimientos y Creencias Personales

Finalmente, los conocimientos y creencias personales sobre la alimentación juegan un papel crucial. Las creencias religiosas, éticas o espirituales pueden influir en qué alimentos se consumen y cómo se preparan. Comprender y respetar estas creencias puede ayudar a mantener una alimentación equilibrada y consciente, incluso en situaciones de jet lag y en entornos desconocidos.

Conclusión

Entender y manejar el jet lag en festivales y mercados de la industria del entretenimiento requiere una integración de varios factores alimenticios. La salud, el estilo de vida, el entorno, los factores fisiológicos y psicológicos, los aspectos culturales, sociales y económicos, y los conocimientos y creencias personales deben ser considerados para optimizar la alimentación y el bienestar general. Al abordar conscientemente estos aspectos, los profesionales de la industria pueden minimizar los efectos negativos del jet lag y maximizar su rendimiento y experiencia en eventos como el Festival de Cine de Cannes y otros. También tenerlo en cuenta cuando otras personas de la industria vienen de otros lugares a nuestros países nos brinda oportunidades de mejora en el tratamiento y consideraciones a tener en cuenta con nuestros invitados internacionales.

Hoy, después de doce años desde mi primera visita al Festival de Cannes, donde pronuncié aquella frase premonitoria: “La próxima vez que venga al Festival de Cannes vendré a caminar sobre sus alfombras rojas”, comprendo que no solo obtuve unos zapatos de tacón alto y un vestido largo para cada ocasión. También recibí una espada simbólica, llamada ShowBiz Therapy, una herramienta viva y activa para luchar contra la indiferencia hacia el bienestar y la humanidad de las personas en toda la industria, acercándonos a la felicidad mientras estamos ‘al otro lado de la barrera’.

Quiero cerrar este importante artículo con algunas reflexiones para considerar:

En cuanto a la salud y el bienestar, ningún estimulante como la cafeína, la taurina, el alcohol, las bebidas energizantes u otros, será efectivo si no hemos considerado previamente todos los factores mencionados. “No basta la buena voluntad si intentas apagar el fuego con gasolina”.

El jet lag representa un desafío considerable para los festivales y mercados de la industria del entretenimiento, impactando el rendimiento, las negociaciones, la cobertura mediática y las oportunidades de networking. Sin embargo, con una planificación adecuada y estrategias de mitigación, es posible minimizar sus efectos y asegurar que estos eventos, tanto extranjeros como locales, se desarrollen de manera óptima, permitiendo a los participantes maximizar su contribución y disfrute del evento.

No podemos perder de vista que, además de viajar y disfrutar de otros paisajes y entornos multiculturales, somos personas con nuestra humanidad quienes concretamos los negocios. Como parte de la visión de ‘ShowBiz Therapy’, creemos que estamos en esta industria para generar grandes cambios y que el efecto dominó será imparable.

Mientras escribía este artículo, latía en mi memoria una frase que repetían Robert Kiyosaki y Blair Singer cuando me entrené con ellos en ventas en México años antes de venir por primera a Cannes: “En toda visita siempre se hace una venta. O tú le vendes al cliente un motivo para comprar, o el cliente te vende un motivo para no comprar, pero siempre hay una venta”.

¿Tuviste jet lag? ¿Lo viviste como casi todos los viajeros o al estilo Jacques Cousteau? ¿Le diste tratamiento? ¿Compraste o vendiste?

Estas preguntas nos llevan a reflexionar sobre cómo enfrentamos los desafíos del viaje y del negocio, y cómo podemos aplicar estrategias para mantener nuestro bienestar y eficacia en cualquier situación.

***La foto de Bruce fue tomada por mi amiga Silvy Mirely mientras estábamos en la barrera, justo antes de que él deslizara sus lentes negros sobre su nariz y nos flechara.

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