¿Me permites? ¿Puedo ayudarte? Gracias, espero verte pronto y te deseo un excelente día.

“La urbanidad es como un juego. Pero se trata de un juego en el que se entrelazan complejas cuestiones de orgullo” Aunque había otras opciones de citas sobre urbanidad como, “Donde hay educación no hay distinción” de Confucio  o una de la cultura popular como “La urbanidad y la cortesía no tienen límites geográficos sino educación” elegí esta primera, del escritor japonés Yukio Mishima,  para abordar el tema de la relación entre la salud y la amistad, ya que personalmente considero que es la que mejor define las relaciones interpersonales y el vínculo con la salud del capital humano en los eventos de la industria del cine a nivel nacional e internacional.

¿Cómo una diseñadora de moda y una amante del saber estar, como yo, terminó creando espacios para hablar de salud con artistas? En la pregunta están las respuestas. La inquietud por la comunicación no verbal, el amor por los buenos modales y la belleza de la simbología que hay en todo, me llevaron a salvar mi vida mejorando mi salud. Todo empezó en las tristezas de una mujer viajera que, en su largo andar, ha hecho grandes amigos, y al seguir adelante, se ha tenido que apartar de ellos y de sus seres más amados.  

Me certifiqué como Coach en Salud y Nutrición para sanarme, para ayudar a salvarle la vida a mis seres queridos y ahora a los artistas y creativos porque entre otras cosas aprendí que no podemos hablar de salud sin hablar de nutrición y al hacerlo debo especificar que la nutrición se divide en primaria y secundaria. La nutrición primaria es la que está fuera del plato y la secundaria la que está dentro de él.

Hoy martes de Doric Martë y luego de una semana de haber regresado del FICCI 2024 hablaré de la nutrición secundaria como lo prometimos en una reciente publicación del aún austero IG: @showbiztherapy. La nutrición secundaria es la que se refiere a casi todos los aspectos de nuestra vida: la espiritualidad, las finanzas, la carrera profesional, el trabajo, la creatividad, la actividad física, cocinar en casa, la alegría, el entorno de vida, la vida social y las relaciones.   

Aunque es justo y necesario mantener en balance cada una de estas áreas resalto que la vida social y las relaciones duraderas pueden lograr que las personas tengamos vidas más largas, sanas y felices. Si, tener vínculos fuertes con las personas nos aporta inmensa felicidad y esto nos mantiene más sanos; la soledad por el contrario nos enferma prematuramente ya que el aislamiento y la desolación acortan nuestras vidas.

Hace un poco más de ocho (8) décadas en Harvard University, con setecientas veinticuatro personas y luego con sus familias, se dio inicio al estudio más largo y amplio que se ha realizado sobre el bienestar y la felicidad, eligiendo a un grupo externo de personas desfavorecidas y a otro interno, lleno de privilegios. Empezó como un estudio acerca de la prosperidad y al pasar de los años y con la suma de otros grupos de estudio científico del tema, terminó siendo el camino al descubrimiento de la verdad científica que dice: las relaciones de calidad fomentan la felicidad, la salud física y la longevidad.

Los hallazgos más importantes de este conjunto de investigaciones llevaron a determinar que tener buenas relaciones, ya sea de amistad o familiares, nos libera del estrés. Las situaciones difíciles de la vida nos llevan a estados alterados en donde se producen picos de cortisol, en donde nuestro sistema nervioso tiene una reacción de lucha o huida como mecanismo automático de supervivencia que prepara el organismo para tomar estas acciones y aunque en muchos casos es útil, también es sabido que eso nos conduce a estados de inflamación coronaria o estados de ansiedad incómoda cuando no determinamos el porqué está sucediendo.   Cuando contamos con una amiga, amigo, a alguien en casa o a una persona a la que podemos confiar nuestras angustias aumentan las posibilidades de liberarnos del estrés, descansamos y entonces nos aliviamos, pero cuando no, nos cuesta balancearnos de nuevo.

¿Cómo puede tener un buen amigo o amiga, o una relación familiar o de pareja estable, el poder de preservarnos de la enfermedad, mientras que la falta de estas relaciones podría conducirnos prematuramente a la tumba?

Estas investigaciones han demostrado que tener a alguien con quien desahogarnos o a quien llamar en medio de la noche para pedir ayuda durante una emergencia puede establecer un equilibrio, evitando la acumulación de hormonas del estrés que desencadenan inflamaciones. Estas inflamaciones pueden ser el origen de enfermedades que van desde las gástricas, coronarias o circulatorias hasta las emocionales o mentales. Las relaciones duraderas tienen el potencial de alargar nuestras vidas, manteniéndonos sanos y felices. No se trata de la cantidad de relaciones, sino de su calidad. Una, dos o tres relaciones de calidad pueden ser suficientes, dependiendo de la personalidad y el temperamento de cada individuo.

Otras investigaciones científicas han señalado que todas las enfermedades comienzan con la inflamación crónica, la cual puede prevenirse liberando tensiones a tiempo. Esto sugiere que las tensiones subyacentes podrían ser la raíz de movimientos sociales actuales, como la lucha contra el machismo o el feminismo, la igualdad e identidad de género, o la marginación por raza o condiciones sociales. La ausencia de relaciones honestas con los demás podría ser el origen de diversas dolencias, enfermedades o comportamientos sociales negativos, como la indiferencia, o el maltrato, incluidos el abuso y la violencia. ¿Qué habría sido del mundo y de Adolf Hitler si hubiera sido amado y reconocido durante su infancia y juventud? Quizás algún día pueda expresar mi perspectiva sobre este tema en un ensayo que escribí, fruto de la exploración de su «vida, obra y milagros», que, aunque macabros, están cargados de profundas tristezas e implacable rechazo.

La nutrición primaria, que se encuentra fuera del plato, es mucho más crucial que la secundaria. Si valoramos la importancia de la alegría en nuestras relaciones, podríamos crear entornos sociales más respetuosos y favorables. Esto podría conducir a más oportunidades de trabajo, así como a un acceso más rápido a la educación y a una espiritualidad más sana. Además, aumentarían significativamente los gestos de atención, respeto, urbanidad y afecto hacia los demás y hacia nuestro entorno. Todo está interconectado.

Basándome en mis certificaciones en moda, administración de negocios, etiqueta, protocolo, y salud, confirmo que todo está interconectado. Para hablar de salud, debemos hablar de nutrición; para hablar de vidas más largas, sanas y felices, debemos hablar de urbanidad y cortesía, así como de relaciones personales respetuosas, ya sean permanentes, casuales, esporádicas o duraderas. En mi ‘SET DE CONFERENCIAS DE SALUD Y NUTRICIÓN INTEGRAL PARA LAS INDUSTRIAS DEL ENTRETENIMIENTO’ profundizo en todos estos aspectos.

No podemos esperar igualdad, deferencia, respeto, paz y justicia, ni aspirar a una salud plena si descuidamos aspectos básicos de convivencia como un simple buenos días, buenas tardes o buenas noches, un «¿me permite?», un «¿puedo ayudar?», un gracias o un hasta luego.

Nutrir al otro es nutrirse a uno mismo. El acto de hablar, reconocer o perdonar al prójimo nos libera del estrés y, por ende, de la inflamación y la enfermedad. Como dice el refrán, «el que esté libre de culpas que tire la primera piedra».

Cultivemos nuestras amistades, interesémonos por cómo están, valoremos incluso a aquellos que, por amor, nos confrontan y señalan nuestros errores, pues son ellos quienes nos ayudan a ser mejores personas, esos a los que un afamado psiquiatra definió como los “dulces enemigos” Respetemos a los demás cuidando nuestras acciones y palabras, reconociendo sus esfuerzos, ya que todos enfrentamos momentos de lucha y no siempre sabemos cómo manejarlos.

Nuestra salud, nutrición y bienestar están intrínsecamente vinculados con todos los aspectos de nuestra vida. Como una dosis de esperanza, recordemos la sabia sentencia: «Lo que la oruga define como el fin del mundo, nosotros lo llamamos mariposa». Agradezcamos al FICCI y a todos los eventos de la industria que nos brindan oportunidades reales para transformar las frustraciones que a veces parecen ser el fin de nuestro mundo, en nuevas posibilidades, mediante saludos, respeto, risas, afecto y el estímulo e impulso de los demás para que nuestros miedos y proyectos se vuelvan mariposas que veamos volar.

Anhelo que, en el juego de la urbanidad, celebremos las diferencias y complejidades del otro, y que en lugar de la vanidad y la arrogancia que conllevan al sentimiento de superioridad, encontremos satisfacción en los logros compartidos y en el crecimiento conjunto.

¡Salud! ¡Larga vida al cine colombiano y la amistad!

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