En primer lugar, permíteme explicarte qué es el ShowBiz. El término «Show Business» o Showbiz se refiere al ámbito del entretenimiento, abarcando industrias como la televisión, la radio, la música, la danza, el circo, el cine, el teatro, las revistas, los diarios, las editoriales, los videojuegos, el deporte y los medios digitales. Estas formas de entretenimiento actúan como educadores, informantes e incluso agentes de cambio en los hábitos de la sociedad. Todas estas actividades se originan con el propósito de proporcionar opciones de ocio tanto en áreas urbanas como rurales. Sin embargo, nos centraremos en discutir sobre la salud de quienes, ya sea detrás de las pantallas o en la tranquilidad de sus hogares o lugares de trabajo, se esfuerzan creativamente por entretener a la sociedad en general.

La creatividad requiere un estado mental de libertad. No me refiero solo a la expresión, sino también a una secuencia armónica de pensamientos y acciones que surgen de la percepción sensorial, los sentimientos y actos deliberados que crean escenarios artísticos dentro de ciertos marcos creativos o en entornos libres.

En la actualidad, varios factores contribuyen a que los trabajadores de la industria del entretenimiento enfrenten problemas de salud. La enfermedad en términos amplios, como «alteraciones graves o leves del funcionamiento normal de un organismo o de alguna de sus partes, ya sea debido a causas internas o externas, o como algo que perturba o daña moral o espiritualmente a una persona y que es difícil de combatir o eliminar». Los focos mediáticos, la fama, la soledad entre multitudes, la exposición excesiva en redes sociales y un sistema que valora la productividad pueden causar desequilibrios en la salud de quienes trabajan en las industrias creativas y culturales. Esto los hace susceptibles a trastornos alimentarios, ansiedad, depresión, bloqueos creativos y abuso de sustancias o medicamentos. Estos problemas no solo afectan la salud emocional, mental o espiritual, sino que también pueden manifestarse en enfermedades cardiovasculares, del sistema nervioso, digestivo e incluso cáncer u otras enfermedades menos conocidas, debido a la acumulación de toxinas producidas por niveles altos de estrés o frustración. En un mundo competitivo y en constante cambio, donde los talentos parecen tener una fecha de caducidad muy corta debido a la rápida evolución del entorno, estas personas se ven obligadas a competir constantemente.

Un dicho popular afirma que «aunque el payaso ría, no siempre es feliz», lo que significa que, aunque deban mostrar una imagen fresca y profesional al público, esta fachada se desvanece en su vida privada. Por lo tanto, es necesario prestar atención a la singularidad de cada individuo en términos de salud y felicidad, reconociendo que estas necesidades cambian con el tiempo y requieren un enfoque evolutivo.

La salud es holística y abarca todas las dimensiones del individuo, desde lo físico hasta lo mental, emocional y espiritual. Nutrir para sanar implica alimentar no solo el cuerpo, sino también todos estos aspectos humanos.

Es crucial crear entornos laborales y sociales saludables e integrales que promuevan beneficios externos e internos, así como morales y espirituales para los artistas que contribuyen a nuestras vidas con su creatividad. Esto implica reconocer y honrar su singularidad, devolviendo algo de lo mucho que ellos nos ofrecen y tocando las vidas de millones de personas tanto en áreas urbanas como rurales.

La oración no se limita a ponerse en presencia de una divinidad o pedir favores; también implica reflexionar sobre nuestra propia multidimensionalidad y la de aquellos que sacrifican su propia felicidad para brindarnos la nuestra.

¡Hasta la próxima!

Foto: Freepik

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