Si comes bien pensarás bien. Alimenta tu cerebro y alimentarás tu salud mental, destrúyelo y estarás destruyendo tú paz y la de muchos.

De acuerdo con estudios científicos “muchas de las enfermedades psiquiátricas no son un tema de salud mental, sino problemas de salud cerebral que se apropian de la mente de las personas” o sea que, “si mantienes tu cerebro sano, tu mente también lo estará”

El intestino se comunica directamente con el cerebro de ahí la frase que dice que “El intestino es tu segundo cerebro”

Si cambias el estado de tu cerebro, cambiará tu vida, te compartiré algunas motivaciones:

Tu cerebro está involucrado en todo lo que haces: en los procesos de pensar, sentir, actuar, y en la forma en que te relacionas. Lo que quiere decir que: Si tu cerebro funciona bien, a ti te va bien, porque lo más probable es que si tu cerebro trabaja bien, todos los procesos que menciono mejorarán y con ello tu vida, incluyendo tu capacidad de toma de decisiones, de trabajo y con esto incluso tu relación con el dinero.

Tu cerebro es el órgano más asombroso del universo: cuenta con 100mil millones de células nerviosas, billones de células de respaldo, y más conexiones que las estrellas en el universo. Tu cerebro es 80 % agua y es blando, con una consistencia similar a la mantequilla y está alojado en un cráneo muy duro, que tiene múltiples rugosidades óseas (lo que hace altamente probable y de acuerdo a estudios médicos, que las lesiones cerebrales no diagnosticadas puedan ser la causa del uso excesivo de drogas, alcohol y también de trastornos como la depresión, los ataques de pánico, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad e incluso de las ideas suicidas). Proteger de golpes tu cabeza puede significar proteger tu salud multidimensional.

Evita las cosas que dañen tu cerebro y procura hacer cosas que lo ayuden: puedes empezar por preguntarte antes de adquirir un hábito ¿Esto es bueno o malo para mi cerebro?

Si puedes cambiar tu cerebro, puedes cambiar tu vida, aquí te van algunos tips que he aprendido de admirables expertos, quienes han investigado y trabajado mucho para ayudarnos a mejorar nuestra existencia:   

Duerme bien y lo suficiente, descansa perdiéndote en la nada, esto es vitamina para tu salud mental e integral.

Controla los pensamientos malos que surgen repentinamente, escríbelos y aprende a evaluar si son una realidad o solo fantasías.

Fortalece tu sistema inmune, así te cuidarás de las infecciones ya que estas causan inflamación y afectan directamente a tu cerebro.

Procura el aumento del flujo sanguíneo en tu cuerpo con ejercicio físico o con alimentos fundamentales como la remolacha, la canela, el orégano, o el romero.   Las bebidas alcohólicas, la nicotina, la marihuana y la falta de ejercicio causan todo lo contrario.

Aprende cosas nuevas, asegúrate de mantener tu cerebro en acción.  

Se agradecido y fomenta las relaciones sociales significativas.

Si sientes que tienes algún tipo de enfermedad mental, solicita a tu especialista que te escanee el cerebro, para que conozca el estado del órgano que tratará ya que se trata de tu cuerpo. Si no te avergüenza sufrir diabetes, desórdenes cardiacos, o cáncer y solicitar exámenes para comprobarlo, tampoco la sientas por sentirte triste, en pánico o deprimido, y querer confirmar el estado de tu cerebro infórmate y actúa.

El ejercicio y la comida viva o sea no procesada, compiten con las bondades de los medicamentos psiquiátricos, practica algo de yoga o meditación, camina como si fueras de prisa durante al menos 45 minutos 4 veces a la semana, nutre bien tú cerebro y será igualmente efectivo.  Ten presente que consumir ciertos medicamentos psiquiátricos o antidepresivos podría representar un riesgo para la actividad correcta de tu cerebro, tanto como ponerle gasolina a una hoguera.

Reducir los problemas intestinales puede contribuir con la reducción de la ansiedad, el insomnio y la confusión mental.

El cerebro y el sistema nervioso aman porque les favorece ampliamente:  al aceite de pescado, al chocolate negro, a las verduras de hoja verde, al salmón, a las nueces, al té verde, a las zanahorias, a las ostras, al aguacate y a los frutos rojos llamados también frutos del bosque.

La luz del sol y la salud en general se llevan de maravilla, ya que los rayos del sol son una preciosa fuente de vitamina D que no solamente nutre todo tu sistema, sino que en muchas ocasiones estimula ciertos nutrientes de los alimentos que has consumido y de los que te pierdes si no los activas con los rayos del sol.

Tienes que comer bien, para pensar bien, para sentirte bien y para actuar bien. Ten presente que la mejora de tu salud no es cuestión de perfección es un tema de progreso.

Recuerda: “Cuida tu cerebro, que tu cerebro cuidará de ti”

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